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martes, 30 de junio de 2009

Educación

Las influencias educativas del momento fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart, entre otros pedagogos, quienes fueron conocidos por Carrillo. Pestalozzi conceptualizó a la educación con un enfoque netamente social: El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495). La educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a la que llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición de educación elemental como:
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).

POLITICA EDUCATIVA DEL PORFIRIATO

• De esta manera, en 1867 se promulgó la Ley Orgánica de Instrucción Pública. En ella se establecía la educación primaria gratuita y obligatoria, se excluía del plan de estudios toda enseñanza religiosa y contenía disposiciones para la educación secundaria, entre las cuales destacaba la creación, bajo los principios del positivismo, de la Escuela de Estudios Preparatorios, la cual habría de sentar las bases de la educación profesional. La ley sólo regía al Distrito Federal y a los territorios federales, pero ejerció influencia sobre las leyes estatales.
• En 1881, una de las políticas educativas fue la apertura de escuelas normales para instruir a los maestros y, a partir de ahí, expandir una educación primaria moderna, basada en una historia de México desde el punto de vista liberal que chocaba con la realidad política vivida. La educación preparatoria se fortaleció con la Escuela Nacional Preparatoria y 33 escuelas en los estados. Se crearon sociedades científicas y literarias que se encargaron de la nueva educación superior.
• Durante el porfiriato, Joaquín Baranda, Ministro de Justicia e Instrucción, convocó a dos congresos en los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades. Los resultados de estos congresos contribuyeron a definir un nuevo proyecto gubernamental de educación pública, que se consolidó con la promulgación de la Ley de Instrucción Obligatoria de 1888.
• En 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, encabezada por Justo Sierra, y en 1910 empezó a funcionar la Universidad Nacional de México (cuyo titular fue también Justo Sierra), reuniendo a algunas escuelas que operaban desde 1894. En el campo, las pocas escuelas que funcionaban estaban en los pueblos y las haciendas que trabajaban en condiciones muy primitivas; por desgracia no tuvieron mayor impacto en la población. La Iglesia, por su parte, no expandió su labor educativa, sólo contaba con el 4% de los planteles existentes para 1910.
• Al final de este periodo, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se otorgó por primera vez rango constitucional al derecho que todo ciudadano mexicano tiene para recibir una educación laica, obligatoria y gratuita. Asimismo, se otorgaron mayores facultades educativas al Estado para coordinar y vigilar el funcionamiento de escuelas públicas y privadas.
• La creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en septiembre de 1921, se logró equilibrar un poco la desigual atención que estados y municipios brindaban a los servicios de educación. José Vasconcelos, el primer titular de esta institución
• por decreto oficial de la SEP se creó en 1925 la escuela secundaria como una nueva institución educativa al servicio de la adolescencia. Este hecho generó dos cambios importantes en el sistema educativo. Por un lado, hubo un cambio en la secuencia de estudios. Por otro lado, la confrontación del gobierno con la universidad fue un elemento central para que en 1929 la universidad obtuviera su autonomía.
• Lázaro Cárdenas en 1934 con la modificación del artículo tercero constitucional, mediante la cual, por primera vez en el texto constitucional, se estableció oficialmente una política de estado para dar un carácter socialista a la educación y obligar a las escuelas privadas a seguir los programas oficiales
• Entre 1936 y 1940 se crearon internados, comedores y becas, se impulsó la creación de escuelas vinculadas a centros de producción y se alentó la educación técnica.
Obra pedagógica de Carlos A. Carrillo
Carlos A. Carrillo, después de optar por la profesión de maestro, se empapó de la cultura pedagógica de su tiempo, pero aún quiso ir más allá al suscribirse a los principales periódicos educativos de Alemania, Francia, Suiza, Estados Unidos e Italia, pues tenía facilidad para el aprendizaje de las lenguas ya que conocía el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el portugués y el ruso. Toda esta serie de conocimientos actualizados sobre educación los puso al servicio del magisterio mexicano de su tiempo en las publicaciones periódicas que dirigió: El Instructor y La Reforma de la Escuela Elemental. Por eso Torres y Delgadillo —alumnos y seguidores del pedagogo veracruzano— comentaron:
Comprendió desde entonces la ingente necesidad de combatir a toda costa por la reforma escolar, procurando dar unidad y homogeneidad a las diversas ideas que comenzaban a aparecer, y popularizando los modernos libros sobre la materia, traduciendo y editando aquellos que por el idioma en que estaban escritos o por su elevado precio sólo podían ser patrimonio de unos cuantos maestros. Predicar la buena nueva, iniciar el rápido progreso de la patria por medio de la enseñanza moderna, he aquí su ambición, su ilusión; y para llevarla a cabo, él se sintió apóstolungido.(1964,p.31)
La reforma escolar que se menciona correspondió a la década de los ochenta del siglo XIX; este período se caracterizó por la realización de tres congresos, todos ellos celebrados en la capital de la República. El primero, en 1882, fue el Congreso Higiénico Pedagógico, cuyas resoluciones generales se inclinaban al aspecto de la salud física del niño más que al intelectual o moral. El Primer Congreso de Instrucción en 1889 tuvo como conclusiones generales la uniformidad de la educación elemental (centralización) que además sería obligatoria, gratuita y laica. El Segundo Congreso de Instrucción de 1890 tiene como obra más importante la organización de la educación preparatoria bajo la adopción del método científico de carácter positivista. Dichos congresos dieron la pauta para generar lo que se conoce como el origen de la pedagogía mexicana.

Educación
Las influencias educativas del momento fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart, entre otros pedagogos, quienes fueron conocidos por Carrillo. Pestalozzi conceptualizó a la educación con un enfoque netamente social: El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495). La educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a la que llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición de educación elemental como:
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).
Docencia
Carrillo consideró que la educación pública no mejoraría en calidad mientras México no tuviera mejores maestros; el secreto, pues, estaba en la enseñanza, en el maestro. Torres y Delgadillo dicen:
Para enseñar al niño la naturaleza, es preciso que él conozca el universo todo, siquiera sea en sus leyes fundamentales; para elevar gradualmente el intelecto debe conocer su funcionamiento y desarrollo; para domeñar su voluntad y dirigir su carácter, el maestro debe ser ejemplo vivo y palpitante que atraiga al alumno con imán irresistible de su bondad, su palabra llena de caricias y una dulce energía. (1964, p. 29).
Las publicaciones que dirigió fueron un medio para polemizar en defensa de los maestros competentes y bien instruidos, al mismo tiempo increpaba a las autoridades a mejorar los sueldos de los profesores. En su defensa de la educación elemental llegó al grado de pedir que dejaran de sostenerse los planteles de enseñanza secundaria con los fondos del gobierno y que se invirtieran en aumentar y mejorar las escuelas elementales, así como que los maestros disfrutaran de consideraciones y se les pagara mejor su trabajo.
Pestalozzi nos habla, en Cómo Gertrudis enseña a sus hijos, del método de enseñanza que se dirige a la naturaleza humana considerándola como una unidad, como un todo, que comprende todas las facultades y aptitudes:
Trato de psicologizar la instrucción humana; intento ponerla de acuerdo con la naturaleza de mi espíritu, con la de mi situación y mis circunstancias. No parto para ella de ninguna forma positiva de enseñanza como tal, sino que simplemente me pregunto: ¿Qué harías tú si quisieras suministrar a un solo niño el contenido total de aquellos conocimientos y destrezas que necesita para alcanzar el contento íntimo de sí mismo mediante una buena dirección de sus disposiciones esenciales? (Pestalozzi citado por Larroyo, 1977, 497).
Carrillo decía que el maestro jamás debe sujetarse en sus lecciones a un cartabón, que marcan los preceptistas, sino que debería ser un artista o un artesano —diría Santoni Rugiu— cuyos saberes y prácticas estuvieran en la mejor disposición de compartirlos con sus alumnos en una relación dialógica, placentera y creativa; éste fue el famoso aprender haciendo de Dewey. Regresando a Carrillo, él lo planteó de la siguiente manera:
Lo que hago es, en primer lugar, estudiar todos los días el programa de las materias de cada uno de los grados de la escuela, para saber qué cosas y fenómenos deberé hablar en mis lecciones de tal o cual semana; en seguida estudio bien el tema de la clase, y cuando no me queda ya duda ninguna, entonces me pongo a considerarlo, no como hombre, sino como niño, como ignorante, y me pregunto: ¿Qué le gustará más a los niños de esta cosa? ¿Qué será más fácil para ellos, esto o esto otro? ¿Cómo explicaría un niño este asunto, si lo supiera? Esto es: pienso mucho, mucho en los niños... (1964, p. 47).
Los principios de la enseñanza armónica de Johonnot, un educador norteamericano, Carrillo los hizo suyos y los expuso en la publicación periódica dirigida por él mismo, La Reforma de la Escuela Elemental. El primer principio fue que en la instrucción primaria se debería proceder de lo conocido a lo desconocido, nuestro autor lo explicó al magisterio mexicano de la siguiente forma:
Lo que Johonnot inculca, es que aquellos primeros conocimientos del niño han de servir al maestro de punto de partida para la enseñanza de los nuevos; que se ha de apoyar en ellos, exactamente como al subir la escalera, cada peldaño es el punto de apoyo que nos permite llegar al peldaño superior, de tal manera, que sin el auxilio del primero, no podríamos subir al segundo. Me valdré de algunos ejemplos para darme a entender mejor. (1964, p. 391)
Lo que se conoce actualmente como conocimientos previos, información no visual, conocimiento del mundo, es el supuesto previo del cual debe partir la enseñanza para construir los nuevos conocimientos conjuntamente con los alumnos. Incluso la metáfora que utilizó, tiene un cierto parecido con el término andamiaje concebido por Bruner. Otro principio fue que en la instrucción primaria se debe presentar lo concreto, aquí nuestro autor hace una crítica a la enseñanza tradicional, que en el caso de la aritmética, primero aprendían las reglas (lo abstracto) y después la operación (lo concreto). La pedagogía moderna enseñó el conocimiento de los objetos por medio de la intuición, es decir pertenecen al mundo concreto, que es el elemento propio de la infancia.
La intuición es un concepto usado por Pestalozzi, aunque no fue exclusivo de él puesto que ya otros pensadores de la edad moderna lo habían mencionado. Sin embargo, Pestalozzi amplió el significado, especificando la intuición exterior, o sea la impresión de las cosas, y la intuición interior, que es la atribución de valor a las impresiones o sentimientos relativos. De hecho, la intuición significa la observación directa y experimentación con las cosas, los modelos, las estampas, etcétera.
Una de las ideas más originales de Carrillo consistió en estimar el aprovechamiento del niño en los exámenes no preguntándole lo que ya sabía, lo que sólo acreditaría una buena memoria, sino planteándole nuevos problemas para averiguar su capacidad de formación. Aún más, Carrillo propuso que los exámenes deberían desaparecer por completo de la escuela tal como se aplicaban en su época, sin embargo, dijo más adelante que ésta es una medida muy radical por lo que expone
...tomar en cuenta para señalar las calificaciones, no sólo el éxito del examen, sino también de la manera cómo se han llevado sus lecciones durante todo el año, dando a este segundo momento una preponderancia cada vez mayor sobre el primero. (1964, p. 317).

Carlos A. Carrillo

Carlos A. Carrillo nació en Córdoba, Veracruz, en 1855 y murió en la ciudad de México, en 1893. Antes del año de nacido, sus padres se trasladaron a Jalapa, Ver., donde pasó su niñez y su juventud. Ahí realizó sus estudios primarios y preparatorios, así como los de Derecho en el Seminario Conciliar y en el Colegio del Estado. Posteriormente, se dedicó a la enseñanza en un colegio particular en Coatepec, Ver., muy cerca de Jalapa. Luego impartió las cátedras de Español y Caligrafía en la Escuela Normal de Jalapa. A continuación se traslada a la ciudad de México, donde es nombrado Director de la Escuela Práctica Anexa a la Normal de México. Por último, fue nombrado Director de una Escuela Municipal de la capital del país.

Aurelio ortega

Meritoria y ejemplar fue la obra docente del maestro Aurelio Ortega, pues sirvió al estado de Jalisco con toda dedicación durante 67 años, caso único quizás en los anales de la educación jalisciense. Nació en Guadalajara, Jalisco, el día del aniversario de la fundación de dicha ciudad, 14 de febrero del 1848. Sus padres fueron don Juliano Ortega de Algarín y doña Teodora Urenda.
El joven Aurelio fue un autodidacta excepcional. Formalizó sus estudios en el Liceo de Varones de Guadalajara donde realizó su examen profesional el cual fue aprobado por la Junta Directiva del Liceo y se le expidió el título de preceptor de 1er. Orden en 1867.
Se le designo Director de la Escuela Municipal No. 8 para niños, iniciando así su profesión por verdadera vocación. Para documentarse compraba los mejores libros de pedagogía, lo que le valió ser tomado en cuenta en las discusiones sobre problemas educativos.
En 1868 colaboró con el Club Popular de Artesanos y atendió la escuela que esa agrupación sostuvo por varios años. De 1877 a 1887 fue uno de los organizadores de Sociedad de clases productoras, que impartió enseñanza primaria a los obreros en escuelas nocturnas gratuitas.
Como maestro distinguido, Aurelio Ortega formó parte del grupo de maestros que fueron enviados a finales del siglo XIX por el gobierno del estado a la Escuela Normal Veracruzana con sede en Jalapa a estudiar el método educativo analítico sintético para la enseñanza de la lectura y la escritura, que había implantado el pedagogo suizo Enrique C. Rébsamen. Aurelio Ortega participó en la modernización tanto de los métodos docentes como del sistema educativo en general en Jalisco donde pronto se adoptó el nuevo método para la enseñanza de la lectura y escritura, con muy buenos resultados.
En 1910 el gobernador del estado, Miguel Ahumada y el Secretario de Gobierno, Juan N. Lomeli, entregaron al maestro Ortega un Diploma de Honor y una Medalla de Oro, en reconocimiento a sus 30 años de servicios ininterrumpidos.
En 1911 fue director de la Escuela Normal de Profesores, y tres años más tarde Secretario de Educación Pública así como maestro de la clase de metodología de la Escuela Normal. Se jubiló en 1924, no obstante continuó prestando sus servicios como director de un Centro Nocturno para Obreros. También prestó sus servicios en la Penitenciaría del Estado de 1926 a 1929.
Como reconocimiento a su trabajo en una ceremonia realizada en el Teatro Degollado, se le entregó un pergamino firmado por todos los que habían sido sus alumnos, entre los cuales figuran: Jesús González, Agustín Rocha, Genaro Rodríguez, Crescencio Laguna, Agapito Chávez, José María Flores y Ramón Velarde, entre otros. Durante más de 62 años asistió a impartir clases, actividad que era y formaba parte de su vida. Sólo guardó cama una semana antes de su muerte acaecida en 21 de julio de 1935 en Guadalajara, Jalisco.

EDUCACIÓN EN EL PORFIRIATO

Con la llegada de Díaz al poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin embargo ese avance económico solo se procuro a las minorías en el poder, nuevamente la educación giro en torno a la situación por la que el país atravesaba, dejando entrever que el grueso de la población eran gente humilde y de escasos recursos, que habían quedado en la miseria después de la lucha de independencia. Díaz se preocupo por incrementar los ingresos económicos y favoreció la educación, pero la educación de los jóvenes nobles, provenientes de familias con cierto poder económico, una vez más la educación entro a un estancamiento. Dentro de todo este caos la educación fue tomada nuevamente por los clérigos, que se convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el poder. La educación impartida por el estado se vio minimizada por las raquíticas aportaciones que se recibían. La miseria en la que una vez más se sumió el país, hizo que los jóvenes que estudiaban en este tipo de escuelas las abandonaran para dedicarse a las actividades productivas a que eran sometidos para ayudar a su familia a sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía constantemente hundiendo a los más necesitados y con más carencias: los campesinos e indígenas que servían a un terrateniente.
Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.
Por otra parte, en la educación durante el Porfiriato un personaje que tuvo mucha importancia fue Justo Sierra el fue el creador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ejerció una influencia muy grande en los medios intelectuales. Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria. También creó en 1905, la primera Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes y dentro de ella la primera sección destinada a la enseñanza técnica, en 1907.
El da a lugar propuestas que tienen como fin el realizar cambios en la educación con relación al concepto de instrucción por el de educación, también propone la unificación de la lengua, la autonomía de los jardines de niños, el reconocimiento del magisterio y a nivel superior, la reorganización de las carreras de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas artes y Música, así como la promoción de la arqueología elevada a la categoría de ciencia y finalmente, se establecería un sistema de becas para los alumnos más prometedores del país.
Implanto el uso del libro de texto basados con la ideología del contenido científico en la educación. Fue autor del texto “Historia patria” para primaria e “Historia General” para preparatoria.

El impulso a las escuelas de adultos, es decir, de los niños que han pasado ya de la edad escolar, o de los hombres que forman parte de las clases obreras, y que no han podido recibir la educación elemental primaria o no han podido completarla.
Fundación de las escuelas para niños deficientes, niños que no pueden llegar al mismo tiempo de que los otros a un desarrollo suficiente para poder aprovechar de los elementos educativos. Problema de especial estudio por alemanes y de Estados Unidos, en el que una vez que el niño ha recibido el trato y enseñanza especial, deberá ser reintegrado a las escuelas normales.
La obligatoriedad de la instrucción primaria. Quedando como encargada de su cumplimiento a la autoridad política.

Educación Básica: La dirección nacional de Instrucción Primaria era la encargada de señalar modalidades de dicha Ley de acuerdo con las necesidades locales.
La Educación Primaria elemental se distribuía en cinco años y era obligatoria para los niños entre los seis y catorce años; tenía como finalidad de “realizar el desenvolvimiento armónico del niño, dando vigor a su personalidad, creando en el hábitos que lo hagan apto para el desempeño de sus futuras funciones sociales y fomentando su espíritu de iniciativa.
Se tenía que cubrir cuatro aspectos en su desarrollo como son:
• La Cultura Moral: que se llevara acabo suscitando la formación del carácter por medio de la obediencia y disciplina, así por el constante y racional ejercicio de sentimientos, resoluciones, y actos encaminados a producir el respeto a si mismo y el amor a la familia, a la escuela, a la patria y los demás.
• La Cultura Intelectual: la disciplina de la imaginación y la progresiva aproximación de la exactitud del juicio.
• La Cultura Física: Por medio de ejercicios corporales apropiados y por la formación de hábitos de higiene.
• La Cultura Estética: Que se efectuara promoviendo la iniciación del buen gusto y proporcionando a los educandos emociones de arte adecuadas a su edad.
La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.
La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.




Educación en la época del Porfiriato

El positivismo se convirtió en el fundamento indispensable para orientar la educación hacia el progreso, sólo así, se pensaba, se cumpliría el ideal liberal de libertad científica. En diciembre de 1867 el gobierno de Juárez expidió la Ley de Instrucción Pública, en la que se reglamenta el carácter gratuito y obligatorio de la enseñanza elemental, con base en la cual se funda la Escuela Nacional Preparatoria como la institución más representativa de la nueva orientación de la educación.

No obstante que la ley que decretó la creación de la Escuela Nacional, sirvió de base para la creación de instituciones similares en las entidades federativas bajo el nombre de Colegios Civiles; estos Colegios siguieron la misma orientación positivista de la Escuela Nacional Preparatoria; por consiguiente, los principios rectores de la instrucción en México partirían en oposición al dogma, de la observación y la experiencia.

Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.

De acuerdo a los propósitos de los políticos porfirianos, la inspección y la capacitación de los docentes constituía la garantía del programa.

En el período de referencia, la creación de escuelas normales fue producto de los Congresos de Instrucción de 1890, históricamente la Escuela Normal de Profesores resultó de la conversión de una preparatoria para mujeres que funcionaba en la capital; en esta misma ciudad en 1887 el Gobierno Federal inauguró la Escuela Nacional de Profesores. En la fundación de estas instituciones y de la mayoría del interior de la República, fue clara la influencia del modelo de escuela normalista norteamericana; tan fue así que los programas de las escuelas normales eran revisados frecuentemente para mantenerlos al día con la pedagogía del momento en Europa y Estados Unidos y para estudiar con mayor detalle los aspectos prácticos de la enseñanza en sí misma. durante el período de fundación de escuelas normales que abarcó las dos últimas décadas del siglo de referencia, varios gobiernos estatales enviarían a maestros mexicanos a perfeccionarse a escuelas normales norteamericanas. Hacia el final del Porfiriato, algunas escuelas normales contribuyeron en la tarea de crítica hacia la dictadura.

La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.

La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.

El programa del desarrollo de las facultades que se trató de implantar en México, tropezó además de la insuficiencia de los presupuestos educativos de algunos Estados, con una realidad de tres siglos de lastre colonial y con una lealtad de las masas hacia la Iglesia, que se trató de transformar en lealtad hacia el Estado.

La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.

La destitución y el exilio a París de Porfirio Díaz se logran en 1911. La nueva preocupación política era conformar un gobierno republicano y democrático capaz de satisfacer las demandas populares. La situación del sistema educativo nacional reflejaba el ambiente que reinaba en el país. El nivel superior era el más abandonado a pesar de las pequeñas decisiones que tomaban las autoridades docentes y gubernamentales para encauzar la enseñanza propuesta por Justo sierra a fines del Porfiriato, principalmente la fundación de la Universidad Nacional de México.

Con la llegada de Díaz al poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin embargo ese avance económico solo se procuro a las minorías en el poder, nuevamente la educación giro en torno a la situación por la que el país atravesaba, dejando entrever que el grueso de la población eran gente humilde y de escasos recursos, que habían quedado en la miseria después de la lucha de independencia. Díaz se preocupo por incrementar los ingresos económicos y favoreció la educación, pero la educación de los jóvenes nobles, provenientes de familias con cierto poder económico, una vez más la educación entro a un estancamiento. Dentro de todo este caos la educación fue tomada nuevamente por los clérigos, que se convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el poder.



La educación impartida por el estado se vio minimizada por las raquíticas aportaciones que se recibían. La miseria en la que una vez más se sumió el país, hizo que los jóvenes que estudiaban en este tipo de escuelas las abandonaran para dedicarse a las actividades productivas a que eran sometidos para ayudar a su familia a sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía constantemente hundiendo a los más necesitados y con más carencias: los campesinos e indígenas que servían a un terrateniente (recordemos que en Europa los terratenientes desaparecieron con el fin y caída del feudalismo). Por otra parte la Universidad Nacional de México trató de buscar estrategias para favorecer el acceso a la educación acción que no brindó frutos favorables.



Con la salida de Porfirio Díaz, del país, quedo un país débil, golpeado en muchos aspectos de su vida social, cultural y políticamente hablando. La educación carecía de una estructura firme, así es que debería de reiniciarse una búsqueda de estrategias que replantearan la enseñanza elemental, la educación artística o de artes se canalizó a través de los museos; mientras que la Universidad se dedicaba a los estudios profesionales. El país en ese momento tenía una preocupación más primordial que atender antes que el de la educación, la reorganización de un país que fue golpeado desde sus cimientos que es la estructura social y su organización económica[2].

[2] Robles Martha. EDUCACIÓN Y SOCIEDAD EN LA HISTORIA DE MÉXICO. En publimex 15ª edición